Hola Susiño: Me encanta la casa, con jardín para hacer barbacoas y lo mejor el jacuzzi. Hay que reconocer que la Cris hizo bien dejándote ir de avanzadilla. Falta poco para que llegue y esperamos fotos exóticas. Por Dios que este simple comentario no levante revuelo! Bicos desde Ferrol Helen
Me estoy anticipando a tu llegada Cristina. A ver que foto se te ocurre poner en el blog al lado de la del Susiño. No me salgas con alguna del carné de la facultad porque lo de que la foto la sacasteis en A costa da Morte no cuela. Ya verás cuando vaya a ver al Nacho y a la Tere y haga uno de mis posados. He decidido que este blog hay que animarlo. Suso dejate de poner en riesgo tu vida entrando en viviendas del casco antiguo y de enseñar tanta excavadora. Al grano. Los de tu empresa parecen muy majos pero veo escasa participación del público femenino. Falta un toque exótico y mundano. Os mando besos.
Hi Cristina: Welcome to Panama Maloserá Where are you? i hope you are resting after a long yourney. Bueno dejemonos de tonterías y a hablar en esplanglish. Estuvé a punto de enviarte un mensaje para saber por dónde andabas, pensando que andarías perdida por esos mundos de Dios, pero me contuve. Me encanta vuestra casita, por llamarle de alguna manera y sobre todo las cortinas de uno de tus baños. Ya veo que no va a haber problema y que hemos escogido bien al decidir que seas tu la que decidas color. Chao guayabita. Por cierto las escenas románticas de bienvenida no nos interesan. Colgad jolgorios.
Ya sé que sólo escribo yo en este blog y que estoy dando mala imagen con respecto al colectivo de abogados pero me da igual. Voy a contar una de asturianos ahora que está tan de moda el guaje Villa y que hemos llegado a las semifinales del mundial. En una de las últimas excursiones que hice a Asturias oí por primera vez la palabra guaje. Estas cosas no me sucederían si viera la serie del famoso doctor Mateo, a la que no llegué a cogerle el punto. Por aquel entonces andaba más interesada en la biología marina, enganchada a la serie Men in Trees, imaginándome que algún día acabaría de escritora al estilo doctor en Alaska. Lo de guaje me sonó muy mejicano y me imaginé al del tomate Orlando que anunciaban en la tele. Guaje aquí hay tomate, pensé. En un momento de la comida, haciendo gala de mi ignorancia y espontaneidad estuve a punto de preguntar. Miré para Juan y pensando en la barbaridad que me iba a soltar, por una vez decidí hacer gala de prudencia ante unos comensales tan cultivados. Era suficiente con el recuerdo del cachondeo del torutoso tren de la costa, que en Oviedo no conocen su existencia. Volví a Galicia con la duda del significado de la palabra guaje. Hoy ya sé lo que es un guaje, aunque yo me sigo imaginando a un tipo anunciando el tomate Orlando con un gorro mejicano y cantando al son de Chabela Vargas.
Bicos Helen por cuarta vez. Por cierto no quiero que salga el colectivo de Asturianos en el exilio pidiendo responsabilidades por este correo.
A mi me da igual que aquí no participe nadie. Sabéis que a estas alturas he perdido la verguenza. No tengo guayabo del que preocuparme ni guayabito y me encanta contar historias. Os voy a contar una de asturianos. En uno de mis últimos viajes a Asturias oí por primera vez la palabra guaje. Andaba yo toda intrigada dándole vueltas al majín imaginándome al guate aquí hay tomate del anuncio Orlando y no conseguía encontrar la conexión entre el bable y los localismos mejicanos. No sé si al conquistador Pelayo se le adelantó un mejicano. Por aquel entonces no había descubierto la serie del médico éste de antena 3, al que nunca le encontré el punto, no se si porque andaba enganchada a la biología marina y a men in trees, imaginándome en Alaska a lo Anne Ache. Durante la comida estuve a punto de preguntar pero miré a Balán y pensé: éste me manda a Méjico a cazar guajes. Volví a Ferrol con mi ignorancia sobre los localismos. Desde que la selección está en semifinales la palabra guaje se ha hecho internacional gracias al guaje Villa. A mi me sigue recordando al mejicano del sombrero del tomate Orlando cantando una ranchera a lo Chabela Vargas.
Cristina no te creas que te voy a mandar más mensajes nocturnos y yo también quiero que en septiembre me reciba el sastre de Panamá.
Pedazo piso... necesita un poco de Tiqui-Taca... o sea, toque para hecerlo mas hogareño, pero promete... por cierto, verás cuando toque limpiar ese suelo... o ese yacucci... o segar la hierva del jardín... ostia, hasta podéis tener gallinas y todo... no está mal... no. Bueno, como he logrado encontrar de nuevo el blog, voy a fisgonear un poco por ahí... por cierto, Cris, ten cuidad cuando vayas a recojer la maleta, llevate a un notario, no vaya a ser que los Miameños te hayan metido un alijo en ella... que últimamente te pasan cosas muy rarillas...
Hola Susiño:
ResponderEliminarMe encanta la casa, con jardín para hacer barbacoas y lo mejor el jacuzzi. Hay que reconocer que la Cris hizo bien dejándote ir de avanzadilla. Falta poco para que llegue y esperamos fotos exóticas. Por Dios que este simple comentario no levante revuelo!
Bicos desde Ferrol
Helen
Que va, Elena!!!!!
ResponderEliminarNingún revuelo!!!!
La Cris se puede jartar de hacer "guaranás" en la finca....
Hola Cristina y Susiño:
ResponderEliminarMe estoy anticipando a tu llegada Cristina. A ver que foto se te ocurre poner en el blog al lado de la del Susiño. No me salgas con alguna del carné de la facultad porque lo de que la foto la sacasteis en A costa da Morte no cuela. Ya verás cuando vaya a ver al Nacho y a la Tere y haga uno de mis posados.
He decidido que este blog hay que animarlo. Suso dejate de poner en riesgo tu vida entrando en viviendas del casco antiguo y de enseñar tanta excavadora. Al grano. Los de tu empresa parecen muy majos pero veo escasa participación del público femenino. Falta un toque exótico y mundano.
Os mando besos.
Hi Cristina:
ResponderEliminarWelcome to Panama Maloserá
Where are you? i hope you are resting after a long yourney. Bueno dejemonos de tonterías y a hablar en esplanglish. Estuvé a punto de enviarte un mensaje para saber por dónde andabas, pensando que andarías perdida por esos mundos de Dios, pero me contuve. Me encanta vuestra casita, por llamarle de alguna manera y sobre todo las cortinas de uno de tus baños. Ya veo que no va a haber problema y que hemos escogido bien al decidir que seas tu la que decidas color.
Chao guayabita. Por cierto las escenas románticas de bienvenida no nos interesan. Colgad jolgorios.
Hola guayaberos:
ResponderEliminarYa sé que sólo escribo yo en este blog y que estoy dando mala imagen con respecto al colectivo de abogados pero me da igual. Voy a contar una de asturianos ahora que está tan de moda el guaje Villa y que hemos llegado a las semifinales del mundial.
En una de las últimas excursiones que hice a Asturias oí por primera vez la palabra guaje. Estas cosas no me sucederían si viera la serie del famoso doctor Mateo, a la que no llegué a cogerle el punto. Por aquel entonces andaba más interesada en la biología marina, enganchada a la serie Men in Trees, imaginándome que algún día acabaría de escritora al estilo doctor en Alaska. Lo de guaje me sonó muy mejicano y me imaginé al del tomate Orlando que anunciaban en la tele. Guaje aquí hay tomate, pensé. En un momento de la comida, haciendo gala de mi ignorancia y espontaneidad estuve a punto de preguntar. Miré para Juan y pensando en la barbaridad que me iba a soltar, por una vez decidí hacer gala de prudencia ante unos comensales tan cultivados. Era suficiente con el recuerdo del cachondeo del torutoso tren de la costa, que en Oviedo no conocen su existencia. Volví a Galicia con la duda del significado de la palabra guaje. Hoy ya sé lo que es un guaje, aunque yo me sigo imaginando a un tipo anunciando el tomate Orlando con un gorro mejicano y cantando al son de Chabela Vargas.
Bicos
Helen por cuarta vez. Por cierto no quiero que salga el colectivo de Asturianos en el exilio pidiendo responsabilidades por este correo.
Hola guayaberos:
ResponderEliminarA mi me da igual que aquí no participe nadie. Sabéis que a estas alturas he perdido la verguenza. No tengo guayabo del que preocuparme ni guayabito y me encanta contar historias. Os voy a contar una de asturianos.
En uno de mis últimos viajes a Asturias oí por primera vez la palabra guaje. Andaba yo toda intrigada dándole vueltas al majín imaginándome al guate aquí hay tomate del anuncio Orlando y no conseguía encontrar la conexión entre el bable y los localismos mejicanos. No sé si al conquistador Pelayo se le adelantó un mejicano. Por aquel entonces no había descubierto la serie del médico éste de antena 3, al que nunca le encontré el punto, no se si porque andaba enganchada a la biología marina y a men in trees, imaginándome en Alaska a lo Anne Ache.
Durante la comida estuve a punto de preguntar pero miré a Balán y pensé: éste me manda a Méjico a cazar guajes. Volví a Ferrol con mi ignorancia sobre los localismos. Desde que la selección está en semifinales la palabra guaje se ha hecho internacional gracias al guaje Villa. A mi me sigue recordando al mejicano del sombrero del tomate Orlando cantando una ranchera a lo Chabela Vargas.
Cristina no te creas que te voy a mandar más mensajes nocturnos y yo también quiero que en septiembre me reciba el sastre de Panamá.
Pedazo piso... necesita un poco de Tiqui-Taca... o sea, toque para hecerlo mas hogareño, pero promete... por cierto, verás cuando toque limpiar ese suelo... o ese yacucci... o segar la hierva del jardín... ostia, hasta podéis tener gallinas y todo... no está mal... no.
ResponderEliminarBueno, como he logrado encontrar de nuevo el blog, voy a fisgonear un poco por ahí... por cierto, Cris, ten cuidad cuando vayas a recojer la maleta, llevate a un notario, no vaya a ser que los Miameños te hayan metido un alijo en ella... que últimamente te pasan cosas muy rarillas...