De vuelta a Panamá veo otro país, otra tierra más cercana y, entusiasta.
Aunque seamos los colonizadores/conquistadores, hay mucho que aprender, tienen ganas y a nosotros nos faltan.
Panamá es un país que quiere despegar, y eso se nota en la actitud de sus habitantes.
Curiosamente, aunque existe un cierto recelo hacia los españoles, también nos admiran, les interesa nuestra historia y nuestra cultura. Aprenden de los norteamericanos pero disfrutan de lo español.
Hasta hace unas horas no sabía quién era Santiago Ruiz pero escuché en distintas ocasiones cómo relataban amigos panameños, muy emocionados, la tremenda ilusión que les hizo que la hija del mencionado les recibiese, les enseñase su casa y su bodega, la amabilidad y la deferencia con que les trató. De su periplo por Madrid, Castilla-León, Galicia, Portugal (algunos de ellos también Turquía y Hungría) resaltaban la visita a la bodega de Santiago Ruiz, según descubrí después, uno de los padres de la marca Albariño.
Además vieron un Madrid hermoso, disfrutaron con Valladolid y sus tapas, lloraron llegando a Santiago e imaginando los miles de peregrinos que han ido dejando su huella, enmudecieron con Santa Tecla, se asombraron con Viana do Castelo, estudiaron los Templarios en Ponferrada...
Esos son los ojos panameños, ven un país que respira cultura e historia por todos sus poros, pero también ven a sus habitantes cabreados, sin ganas.
Cuando llegamos a Barajas el pasado 15 de septiembre, vimos como un grupo de aproximadamente veinte niños ecuatorianos, de entre seis y diez años, eran dirigidos por cuatro españoles a su destino. Los niños miraban entre absortos y temerosos lo que les rodeaba siguiendo disciplinadamente las órdenes de los mayores. Jesús les dijo: "No estamos enfadados, somos así".
Ahora comprendo porqué se dice que los españoles estamos eternamente cabreados y...cada vez menos ilusionados.
lunes, 4 de octubre de 2010
martes, 7 de septiembre de 2010
domingo, 29 de agosto de 2010
Y VOLÉ....
El fin de semana pasado Jesús trabajaba también el domingo así que, decidimos irnos a pasar el sábado y domingo a un hotel cerquita y evitar que se eche más kilómetros a la espalda.
El hotel es un antiguo cuartel militar rehabilitado, rodeado por una vegetación impresionante y a sus pies, el lago Gatún.
Tras una siesticilla, nos fuimos a cenar con una pareja de Costa Rica que Jesús había conocido durante su estancia en el hotel y, me liaron. Esta pareja es propietaria de una empresa de Eco Adventures, al día siguiente tenían una salida para ir a un canopy (lanzarse entre árboles por tirolinas y cosas de esas) con tres chicas, me invitaron y me apunté.
Al día siguiente a las 8:30 de la mañana estaba ya preparada para, lo desconocido. Apenas hay un kilómetro desde el hotel a la entrada de la zona revertida o zona canalera (antiguo territorio norteamericano propiedad del canal) donde se iniciaba el circuito de tirolina.
Me imaginaba la tirolina poco más que la que hay en el parque de Las Llamas, frente a casa, en Santander, de modo que, cuando me preguntaron si quería ir sóla o acompañada respondí muy valiente que sola, al resto de las chicas ya las había perdido, pero cuando subí y ví lo que había bajo mis pies dije muy seria: "Joeee!!! No sé si me voy a atrever" y me aconsejaron que la primera vez fuese acompañada.
Mi sentido de las distancias no es muy bueno pero, creo que no exagero si os digo que la altura era de alrededor de 40 ó 50 metros y la longitud de cerca de un kilómetro, mirar hacia abajo mareaba.
Los siguientes minutos fueron simplemente alucinantes, yo sola me paseaba a unas alturas de vértigo controlando la velocidad con un guante de cuero similar a los de beisbol y cruzando el lago en varias ocasiones. Así durante varios tramos.
El culmen fue, "el Superman", boca abajo y sujeta por una eslinga a tu espalda te desplazas soltando las manos. Muy muy recomendable.
Todo esto sin la presencia de Jesús debido a que estaba currando para hacer más rápido el canal.
Después de una jornada de dos horas de aventura, baño en la piscina al que se unió después Jesús, comida, siesta y masaje.
El lunes por la mañana a trabajar unos y yo, a Panamá.
El hotel es un antiguo cuartel militar rehabilitado, rodeado por una vegetación impresionante y a sus pies, el lago Gatún.
Tras una siesticilla, nos fuimos a cenar con una pareja de Costa Rica que Jesús había conocido durante su estancia en el hotel y, me liaron. Esta pareja es propietaria de una empresa de Eco Adventures, al día siguiente tenían una salida para ir a un canopy (lanzarse entre árboles por tirolinas y cosas de esas) con tres chicas, me invitaron y me apunté.
Al día siguiente a las 8:30 de la mañana estaba ya preparada para, lo desconocido. Apenas hay un kilómetro desde el hotel a la entrada de la zona revertida o zona canalera (antiguo territorio norteamericano propiedad del canal) donde se iniciaba el circuito de tirolina.
Me imaginaba la tirolina poco más que la que hay en el parque de Las Llamas, frente a casa, en Santander, de modo que, cuando me preguntaron si quería ir sóla o acompañada respondí muy valiente que sola, al resto de las chicas ya las había perdido, pero cuando subí y ví lo que había bajo mis pies dije muy seria: "Joeee!!! No sé si me voy a atrever" y me aconsejaron que la primera vez fuese acompañada.
Mi sentido de las distancias no es muy bueno pero, creo que no exagero si os digo que la altura era de alrededor de 40 ó 50 metros y la longitud de cerca de un kilómetro, mirar hacia abajo mareaba.
Los siguientes minutos fueron simplemente alucinantes, yo sola me paseaba a unas alturas de vértigo controlando la velocidad con un guante de cuero similar a los de beisbol y cruzando el lago en varias ocasiones. Así durante varios tramos.
El culmen fue, "el Superman", boca abajo y sujeta por una eslinga a tu espalda te desplazas soltando las manos. Muy muy recomendable.
Todo esto sin la presencia de Jesús debido a que estaba currando para hacer más rápido el canal.
Después de una jornada de dos horas de aventura, baño en la piscina al que se unió después Jesús, comida, siesta y masaje.
El lunes por la mañana a trabajar unos y yo, a Panamá.
domingo, 8 de agosto de 2010
Chove mais que en Galicia, ya te digo!!!!
Bueno bueno, si en Galicia llueve lo de aquí rompe con las reglas establecidas.
Después de estar en Panamá desde el pasado Abril, ver llover era algo bastante normal, en algunos casos sorprendido por la intensidad de las precipitaciones, pero lo vivido ayer rompe con todo lo que he visto jamás en cuanto a lluvias se refiere.
Gotas como puños, cayendo a supervelocidad y para colmo, tenia que coger el coche para volver a casa. Poneros en mi situación Sábado, después de una semana dura, debería poder disfrutar de mis cortos fines de semana.
Se me presentó otro dilema, esperar (puede que pasen minutos o incluso horas) o coger el coche y que ¡¡La suerte te acompañe!!
Me dispongo a salir del proyecto en mi Pickup Toyota Hilux, cuando me encuentro con los caminos mojados como siempre que llueve, de esta manera algún que otro charco en el lateral de la carretera, pero algo sin importancia.
En este momento la lluvia era intensa e iba por rachas durante 30 segundos lluvia fortísima (los puños antes nombrados) y luego se aligera durante 2 minutos y se vuelve a repetir la secuencia, así es como llueve en Panamá, y la cuestión planteada es ¿Y si llueve así durante mucho tiempo?
Voy resumiendo...
Esquivo charcos, disminuyes velocidad cuando ves zonas inundadas de bajo calado, aquí es algo normal, con mi coche las paso como si nada, pero la sorpresa llega cuando veo un atasco (Tranque) impresionante en la carretera principal dirección Panamá City (También hay que contar que es algo normal) pero era sábado, me da mala espina. El tranque era motivado por las lluvias claro está. La gente empujando los carros en medio de inmensos charcos, los turismos en los costados de la carretera con miedo a coger esas grandes lagunas, solo los 4x4 y los Diablos Rojos eran los que se atrevían a pasar y el Nubouso con ganas de desaparecer de alli...
Toda una aventura, al fin estoy en casa....., para haceros a la idea os muestro un vídeo de las lagunas en la carretera de este pasado sábado.
Y hoy domingo nos vamos a Gamboa, os seguiremos contando
Saludos y besos
Nubo
jueves, 29 de julio de 2010
Fotos del día a día en nuestro barrio.
Cuando paseo por el barrio, me encuentro con este paisaje, muy verde y frondoso, pero además me acompañan mis amigos los animales raros de la tierra panameña.
Muchachas, probablemente asistentas, esperando bus, de momento en casa nada de nada.
Esta imagen ronda por casi todas las calles de Clayton, "HERENCIA GRINGA"
Los vecinos son los vigilantes, además te llevan tartas a casa como las pelis....ya nos gustaría.
A elegir, para que sepáis, están al lado de casa.....
Geriátrico y Bed and Breakfast, vosotros decidís.
Saludos Cris y Susiño
Camino de Luces
Entrando al Casco Antiguo de Ciudad de Panamá se pueden ver calles oscuras, estrechas y sucias, con grupos de gente en corrillos hablando, riendo, bebiendo y mirando los coches pasar e, instintivamente recuerdas uno de los consejos que te han dado, bloquear las puertas del coche.
Conforme avanzas sin embargo comienzas a ver policía y el ambiente cambia y se ven tranquilas terrazas y restaurantes agradables rodeados de edificios ya restaurados y personas de todo tipo caminando por calles no aptas para tacones.
Aparcamos, siempre se acercan a ti para invitarte a visitar un bar o a un restaurante y comenzamos a caminar con destino fijo, nos vamos al Mostaza, restaurante de Jose, el amigo de Rosa (Cupa) esta vez sí, a cenar.
Echamos de menos "a terriña" y pedimos pulpo para empezar (este sí es pulpo en condiciones). Nos ofrece además Jose tortilla de patata y pimientos...., "Es como si estuviésemos cenando en Viloira".
El restaurante estaba a tope así que nos ubicaron en la terraza bajo el Arco Chato. Este Arco es conocido porque fue construído en el siglo XVII y fue la prueba que utilizaron los panameños para demostrar que Panamá era el país idóneo para contruir el Canal, en este país no hay terremotos y por eso el Arco se mantuvo en pie durante tantos años (y siglos). Sin embargo el Arco se vino abajo en 2003, por lo que cuentan tras un desfile de modelaje que se realizó en el convento, se cree que debido a la potencia de los altavoces.
Pues bien, tras disfrutar de alguna que otra especialidad más del Mostaza, vemos aparecer por nuestra izquierda un hombre de aproximadamente 60 años, con un traje crudo impoluto, corbata de un rojo muy discreto y una guitarra española. Se acerca a nosotros y me pregunta qué quiero que cante, se ofrece a dedicarme una canción. Sin saber qué decir, murmuro "El himno gallego" y nos reímos. El hombre muy serio nos pregunta si se puede sentar, asentimos y comienza, sin dejar de mirarnos fijamente, a cantar A Rianxeira en gallego...
Supongo que no llevo demasiado tiempo aquí para sentir morriña, apenas un mes, pero me deshice.
Después siguió con un popurrí, cantando "El vino que tiene Azunción..." (no es una errata), "Con el pipiribipipi con el poporobopopo..." y acabó con una canción andaluza desconocida para el gran público pero con un argumento destacable, venía a decirle un hombre a una mujer "Como me pongas los cuernos te mato".
Tras el concierto y llenos a reventar, pedimos la cuenta, Jose se negó a cobrarnos, así que, tenemos que volver.
Conforme avanzas sin embargo comienzas a ver policía y el ambiente cambia y se ven tranquilas terrazas y restaurantes agradables rodeados de edificios ya restaurados y personas de todo tipo caminando por calles no aptas para tacones.
Aparcamos, siempre se acercan a ti para invitarte a visitar un bar o a un restaurante y comenzamos a caminar con destino fijo, nos vamos al Mostaza, restaurante de Jose, el amigo de Rosa (Cupa) esta vez sí, a cenar.
Echamos de menos "a terriña" y pedimos pulpo para empezar (este sí es pulpo en condiciones). Nos ofrece además Jose tortilla de patata y pimientos...., "Es como si estuviésemos cenando en Viloira".
El restaurante estaba a tope así que nos ubicaron en la terraza bajo el Arco Chato. Este Arco es conocido porque fue construído en el siglo XVII y fue la prueba que utilizaron los panameños para demostrar que Panamá era el país idóneo para contruir el Canal, en este país no hay terremotos y por eso el Arco se mantuvo en pie durante tantos años (y siglos). Sin embargo el Arco se vino abajo en 2003, por lo que cuentan tras un desfile de modelaje que se realizó en el convento, se cree que debido a la potencia de los altavoces.
Pues bien, tras disfrutar de alguna que otra especialidad más del Mostaza, vemos aparecer por nuestra izquierda un hombre de aproximadamente 60 años, con un traje crudo impoluto, corbata de un rojo muy discreto y una guitarra española. Se acerca a nosotros y me pregunta qué quiero que cante, se ofrece a dedicarme una canción. Sin saber qué decir, murmuro "El himno gallego" y nos reímos. El hombre muy serio nos pregunta si se puede sentar, asentimos y comienza, sin dejar de mirarnos fijamente, a cantar A Rianxeira en gallego...
Supongo que no llevo demasiado tiempo aquí para sentir morriña, apenas un mes, pero me deshice.
Después siguió con un popurrí, cantando "El vino que tiene Azunción..." (no es una errata), "Con el pipiribipipi con el poporobopopo..." y acabó con una canción andaluza desconocida para el gran público pero con un argumento destacable, venía a decirle un hombre a una mujer "Como me pongas los cuernos te mato".
Tras el concierto y llenos a reventar, pedimos la cuenta, Jose se negó a cobrarnos, así que, tenemos que volver.
martes, 20 de julio de 2010
Ojos europeos.....
Mis ojos europeos me dicen que este país es muy rico y muy pobre, sucio y arcaico. Mis ojos, los de verdad, me dicen que este país tiene mucho que enseñar.
Desde que aterricé en este territorio, hace algo más de veinte días, todo ha sido una sorpresa y un aprendizaje. Sorpresa porque es una visión nueva del mundo, quizá un rapto de imágenes de película y de creaciones literarias pero, muy real y sugerente.
Digamos que estamos ante un lugar que se mueve hacia un futuro impuesto, marcado, y, hacia unas raíces muy instauradas.
Somos españoles y como tales, los invasores. Ahora también, pasados varios siglos venimos a invadir una oportunidad de desarrollo y eso hace que se protegan ante nosotros y que nos traten con un poco disimulado recelo. Esta impresión la transmite el global de la población y el propio Gobierno pero, la gente más joven nos mira bien, observan nuestras ganas de aprender de ellos, de compartir y de mezclar conocimientos. Les gusta que nos interesemos por su país sin represalias, sin imposiciones y dejando atrás un aire de superioridad que parece que llevamos impreso los europeos, queremos que cualquier mundo sea como el nuestro.
Resulta curioso pero, es difícil entendernos, hablamos el mismo idioma y sin embargo las expresiones hacen que se convierta en una lengua totalmente diferente. Están plagados de americanismos, un paisaje es "priti", las bebidas están mejor en el "culer", mi casa dispone de varios "closet" y aquí no estás guapo sino que "luces bien".
Si analizas detalladamente sus expresiones te das cuenta de que es una traducción literal del inglés y claro, se enfrenta a nuestro sujeto, predicado, objeto directo... Así que, tu preguntas, no dejas de preguntar "Cómo?", dices "Es que no te entendí" y ellos, sin embargo, cuando les hablas te miran con los ojos muy abiertos y se quedan callados, no preguntan ni expresan interrogante, simplemente, te miran como si realmente la lengua que tú les hablas les fuese totalmente desconocida.
Mis experiencias no han sido tantas como las de Jesús en su día a día pero me cuenta continuamente cómo para los panameños el utilizar una expresión cualquiera con tono de enfado supone un fuerte desagravio hacia su persona, son muy sentidos.
Resulta además curioso, ya desde otro punto de vista, una ciudad, la capital, hecha para los coches, sin aceras por las que andar ni apenas pasos de peatones, donde éstos se lanzan (literalmente) a los coches para cruzar y los últimos se lanzan (también literalmente) a circular por unas calles y carretereas que no tienen señales ni rotondas y donde impera la ley del más fuerte. La educación que los panameños pueden mostrarte personalmente se esfuma en el momento que se ponen al volante. Sin embargo, esta ciudad tiene una zona antigua en plena rehabilitación con mucho encanto que, quien la conoce dice que recuerda a La Habana y, si así fuese, me imagino que Ciudad de Panamá puede ser una demostración de lo que La Habana pudo ser si la tomasen los americanos, un Malecón con vistas al "skyline".
Impresionante la zona del Canal e impresionante Isla Grande y alrededores, zona de playa caribeña con un paseo de casas bajas de llamativos colores y, muy panameña.
En Panamá tienen dos problemas muy importantes que quieren resolver cuánto antes, las basuras (recogida y tratamiento) y el tráfico (el caos).
Desde que aterricé en este territorio, hace algo más de veinte días, todo ha sido una sorpresa y un aprendizaje. Sorpresa porque es una visión nueva del mundo, quizá un rapto de imágenes de película y de creaciones literarias pero, muy real y sugerente.
Digamos que estamos ante un lugar que se mueve hacia un futuro impuesto, marcado, y, hacia unas raíces muy instauradas.
Somos españoles y como tales, los invasores. Ahora también, pasados varios siglos venimos a invadir una oportunidad de desarrollo y eso hace que se protegan ante nosotros y que nos traten con un poco disimulado recelo. Esta impresión la transmite el global de la población y el propio Gobierno pero, la gente más joven nos mira bien, observan nuestras ganas de aprender de ellos, de compartir y de mezclar conocimientos. Les gusta que nos interesemos por su país sin represalias, sin imposiciones y dejando atrás un aire de superioridad que parece que llevamos impreso los europeos, queremos que cualquier mundo sea como el nuestro.
Resulta curioso pero, es difícil entendernos, hablamos el mismo idioma y sin embargo las expresiones hacen que se convierta en una lengua totalmente diferente. Están plagados de americanismos, un paisaje es "priti", las bebidas están mejor en el "culer", mi casa dispone de varios "closet" y aquí no estás guapo sino que "luces bien".
Si analizas detalladamente sus expresiones te das cuenta de que es una traducción literal del inglés y claro, se enfrenta a nuestro sujeto, predicado, objeto directo... Así que, tu preguntas, no dejas de preguntar "Cómo?", dices "Es que no te entendí" y ellos, sin embargo, cuando les hablas te miran con los ojos muy abiertos y se quedan callados, no preguntan ni expresan interrogante, simplemente, te miran como si realmente la lengua que tú les hablas les fuese totalmente desconocida.
Mis experiencias no han sido tantas como las de Jesús en su día a día pero me cuenta continuamente cómo para los panameños el utilizar una expresión cualquiera con tono de enfado supone un fuerte desagravio hacia su persona, son muy sentidos.
Resulta además curioso, ya desde otro punto de vista, una ciudad, la capital, hecha para los coches, sin aceras por las que andar ni apenas pasos de peatones, donde éstos se lanzan (literalmente) a los coches para cruzar y los últimos se lanzan (también literalmente) a circular por unas calles y carretereas que no tienen señales ni rotondas y donde impera la ley del más fuerte. La educación que los panameños pueden mostrarte personalmente se esfuma en el momento que se ponen al volante. Sin embargo, esta ciudad tiene una zona antigua en plena rehabilitación con mucho encanto que, quien la conoce dice que recuerda a La Habana y, si así fuese, me imagino que Ciudad de Panamá puede ser una demostración de lo que La Habana pudo ser si la tomasen los americanos, un Malecón con vistas al "skyline".
Impresionante la zona del Canal e impresionante Isla Grande y alrededores, zona de playa caribeña con un paseo de casas bajas de llamativos colores y, muy panameña.
En Panamá tienen dos problemas muy importantes que quieren resolver cuánto antes, las basuras (recogida y tratamiento) y el tráfico (el caos).
sábado, 19 de junio de 2010
martes, 25 de mayo de 2010
La primera y en la frente..
Os voy a contar las situaciones más inverosímiles que le puede pasar a alguien en un país que no es el tuyo, al poco de llegar y empezar a descubrir cómo moverse en él.
Afortunadamente en Panamá, como sabemos se habla español, pero tiene muchas acepciones que son muy diferentes en significado y pueden acarrear problemillas. Esta aclaración es importante a la hora de relatar los acontecimientos que me puedan suceder de aquí en adelante. Os voy a contar hasta la fecha las tres, incluso cuatro situaciones que me han ocurrido con el coche (Aquí se dice carro) desde que estoy aquí en nuestra querida Panamá (siempre dicen esa coletilla).
Historia de carros Nº1
Hoy comenzamos con la primera a nivel cronológico y ya vendrán más que han sucedido y sucederán casi seguro.
Comenzamos con la número 1.
Todo comienza cuando un día de diario, bajo un calor y humedad aterrador, y provechando que estoy durante este mes y medio con el turno de noche (18:00 a 4:00 horas), me disponía a aprovechar las horas de luz que aquí son solo 12 horas (Amanece a las 6:00 horas aproximadamente).
Me dispongo a ir a Panamá ciudad, por lo que llaman ellos autopista, sí, autopista porque pagas, pero poco más, está hecha de hormigón (Como las de Asturias) y solo tiene 1 año y medio desde su inauguración, está que da pena por los baches y las grietas que tiene, das mas saltos que en una cama elástica, o pensando...será el Pickup que me han dado que tiene la suspensión algo dura?, no lo sé. Bueno no me enrollo y os sigo contando.
Como os estaba contando yo circulaba dirección a Panamá marchaba a la consulta del dentista, para que rematen la faena de hierros a la que me sometí en España, cuando de repente me aparece un policía de la nada, en mitad del carril con la mano en alto por donde voy circulando, me detengo después de una fuerte frenada, paro en el arcén y no sabía que hacer, si bajar del carro o no, cuando me dice el policía con voz de los de aquí.
Una vez en la sala de espera del dentista, me doy cuenta que los datos que ha puesto el policía en la multa no son del todo correctos.
Voy comprobando uno a uno los datos y me voy diciendo a mí mismo, yo no me llamo exactamente así, el numero del pasaporte se parece pero no es el mismo, además el carro no tiene matricula, está con una provisional que ni siquiera lo anotó!!!
Que guay, me libro del multazo!!!!
Cuando llegué al hotel, me conecto a Internet, miro en la página web de la "Autoridad del tránsito y transporte terrestre de la república de panamá" y el montante de la multa es de 50$, por exceso de velocidad.
El definitiva el poli se portó como debía. Un 10 para él.
Afortunadamente en Panamá, como sabemos se habla español, pero tiene muchas acepciones que son muy diferentes en significado y pueden acarrear problemillas. Esta aclaración es importante a la hora de relatar los acontecimientos que me puedan suceder de aquí en adelante. Os voy a contar hasta la fecha las tres, incluso cuatro situaciones que me han ocurrido con el coche (Aquí se dice carro) desde que estoy aquí en nuestra querida Panamá (siempre dicen esa coletilla).
Historia de carros Nº1
Hoy comenzamos con la primera a nivel cronológico y ya vendrán más que han sucedido y sucederán casi seguro.
Comenzamos con la número 1.
Todo comienza cuando un día de diario, bajo un calor y humedad aterrador, y provechando que estoy durante este mes y medio con el turno de noche (18:00 a 4:00 horas), me disponía a aprovechar las horas de luz que aquí son solo 12 horas (Amanece a las 6:00 horas aproximadamente).
Me dispongo a ir a Panamá ciudad, por lo que llaman ellos autopista, sí, autopista porque pagas, pero poco más, está hecha de hormigón (Como las de Asturias) y solo tiene 1 año y medio desde su inauguración, está que da pena por los baches y las grietas que tiene, das mas saltos que en una cama elástica, o pensando...será el Pickup que me han dado que tiene la suspensión algo dura?, no lo sé. Bueno no me enrollo y os sigo contando.
Como os estaba contando yo circulaba dirección a Panamá marchaba a la consulta del dentista, para que rematen la faena de hierros a la que me sometí en España, cuando de repente me aparece un policía de la nada, en mitad del carril con la mano en alto por donde voy circulando, me detengo después de una fuerte frenada, paro en el arcén y no sabía que hacer, si bajar del carro o no, cuando me dice el policía con voz de los de aquí.
"Buenos días, sabe a qué velocidad circula usted?" y le contesto... Algo rápido sí iba, pero no sé exactamente cuánto.
Me dice con sus gafas de espejo al mas puro estilo Norteamericano, de sheriff del condado, le tapaban toda la cara y con voz como de Cantinflas pero algo más gruesa, aparte de tener un ligero parecido a él, lo digo por el bigotillo, que parecía tener una fila de hormigas sobre su labio superior, "Me puede facilitar su cédula y su licencia" me dice, cuando el policía me enseña algo parecido a un secador de pelo de esos grandes de peluquería que pone en la parte trasera en una pequeña pantalla digital "159 Km/h", trago saliva y digo... Joder!!! tanto anda esta camioneta? jejeje (En España eso es la trena fijo, con el Rubalcaba metiendo caña como está)
Tras entregar mi fotocopia del pasaporte y el carnet de conducir; el miembro de la benemérita Panameña, se va hacia la parte trasera de la camioneta para anotar en la multa los datos, y pienso si no tiene placa de matricula, ¿que es lo que hace? Yo aún estoy dentro del habitáculo miro por el retrovisor y me dispongo a salir para charlar con él, intentar dialogar y ver de qué pié cojean los maderos de este país, cuando lo primero que me dice es el precio de la boleta, que asciende a los 100$, sigue tomando nota, me entrega el papel y me comenta que puedo pagar la multa en cualquiera de las direcciones que aparece en el reverso de la boleta (multa), le doy la mano (Se hace mucho aquí lo de dar la mano, para todo, no os lo podéis imaginar), me despido y marcho sin más.
Me habían comentado que la policía aquí era un poco floja de moral y recogía aguinaldos sin problema, sobre todo con los extranjeros, pero este tío fue recto y correcto, un aplauso para él pensé. No me dio oportunidad de intercambiar opiniones ni ninguna intención por su parte de negociación. Prosigo mi camino hacia Panamá City para perderme por la inmensidad de sus calles.
Me dice con sus gafas de espejo al mas puro estilo Norteamericano, de sheriff del condado, le tapaban toda la cara y con voz como de Cantinflas pero algo más gruesa, aparte de tener un ligero parecido a él, lo digo por el bigotillo, que parecía tener una fila de hormigas sobre su labio superior, "Me puede facilitar su cédula y su licencia" me dice, cuando el policía me enseña algo parecido a un secador de pelo de esos grandes de peluquería que pone en la parte trasera en una pequeña pantalla digital "159 Km/h", trago saliva y digo... Joder!!! tanto anda esta camioneta? jejeje (En España eso es la trena fijo, con el Rubalcaba metiendo caña como está)
Tras entregar mi fotocopia del pasaporte y el carnet de conducir; el miembro de la benemérita Panameña, se va hacia la parte trasera de la camioneta para anotar en la multa los datos, y pienso si no tiene placa de matricula, ¿que es lo que hace? Yo aún estoy dentro del habitáculo miro por el retrovisor y me dispongo a salir para charlar con él, intentar dialogar y ver de qué pié cojean los maderos de este país, cuando lo primero que me dice es el precio de la boleta, que asciende a los 100$, sigue tomando nota, me entrega el papel y me comenta que puedo pagar la multa en cualquiera de las direcciones que aparece en el reverso de la boleta (multa), le doy la mano (Se hace mucho aquí lo de dar la mano, para todo, no os lo podéis imaginar), me despido y marcho sin más.
Me habían comentado que la policía aquí era un poco floja de moral y recogía aguinaldos sin problema, sobre todo con los extranjeros, pero este tío fue recto y correcto, un aplauso para él pensé. No me dio oportunidad de intercambiar opiniones ni ninguna intención por su parte de negociación. Prosigo mi camino hacia Panamá City para perderme por la inmensidad de sus calles.
Una vez en la sala de espera del dentista, me doy cuenta que los datos que ha puesto el policía en la multa no son del todo correctos.
Voy comprobando uno a uno los datos y me voy diciendo a mí mismo, yo no me llamo exactamente así, el numero del pasaporte se parece pero no es el mismo, además el carro no tiene matricula, está con una provisional que ni siquiera lo anotó!!!
Que guay, me libro del multazo!!!!
Cuando llegué al hotel, me conecto a Internet, miro en la página web de la "Autoridad del tránsito y transporte terrestre de la república de panamá" y el montante de la multa es de 50$, por exceso de velocidad.
El definitiva el poli se portó como debía. Un 10 para él.
P.D. Después de esta aventura me comentaron que es obligatorio llevar el pasaporte original, para saber por el sello de extranjería y así saber exactamente tu entrada al país, pues durante tres meses, estés o no trabajando estas de turista, si no tienes identificación, lo más probable es que te mandan a chirona hasta comprobar tus credenciales, a varios compañeros les ha pasado eso han estado una noche en el cuartelillo.
Espero os haya resultado interesante, pronto el próximo incidente con el carro…
Un saludo a todos
Espero os haya resultado interesante, pronto el próximo incidente con el carro…
Un saludo a todos
miércoles, 5 de mayo de 2010
La noche, la tranquilidad......
Comienzo mi andadura en el turno de noche, así estaré durante mes y medio. El turno es de 18:00 a 3:00 espero llevarlo bien, de momento es entretenido, espero pase rápido.
Os muestro dos imágenes con la excavadora Terex HR120 una de las más grandes del mundo y la otra del típico percance cuando el terreno está algo embarrado, hasta las máquinas mas grandes resbalan y se salen del camino indicado.
viernes, 23 de abril de 2010
martes, 20 de abril de 2010
Panamá Maloserá
Despues de aterrizar en esta bella tierra y acogerme con su calor, nunca mejor dicho. Ya estoy aqui de momento asentandome para comenzar a disfrutar de ella.
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